En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es imprescindible rendir homenaje a todas aquellas mujeres que, con su valentía y determinación, han forjado el camino hacia una sociedad más justa e igualitaria.
Como aspirante al decanato de la Facultad de Ciencias de la Salud, para el periodo 2026 2030, quiero expresar mi más profundo reconocimiento a quienes han dedicado sus vidas a la defensa de los derechos de las mujeres y a la construcción de un mundo con mayores oportunidades para todas.
Desde la historia hasta la actualidad, mujeres de distintas disciplinas han desempeñado un papel fundamental en la transformación social.
En el ámbito de la salud, han sido pioneras, investigadoras y profesionales comprometidas con el bienestar de la humanidad.
Nombres como Florence Nightingale, quien revolucionó la enfermería moderna, y Marie Curie, primera mujer en recibir un Premio Nobel, son solo algunos ejemplos del impacto que han tenido en la ciencia y la medicina.
En el caso de Republica Dominicana también mujeres como las doctoras Evangelina Rodríguez, la Altagracia Guzmán Marcelino, Emma Polanco en el ámbito académico han contribuido con su liderazgo en estos esfuerzos no solo en salud, sino también en el ámbito académico.
Sin embargo, aún enfrentamos desafíos en la lucha por la equidad. La brecha salarial, la violencia de género y la subrepresentación en espacios de liderazgo siguen siendo barreras que deben ser erradicadas.
Es por ello que, en nuestra Facultad de Ciencias de la Salud, debemos fomentar políticas y acciones que promuevan la inclusión, la equidad y el reconocimiento del talento femenino.
Sociedad más justa e igualitaria
Mi compromiso es impulsar espacios de formación y desarrollo profesional en los que las mujeres puedan acceder a oportunidades sin limitaciones ni sesgos de género.
Además, trabajaré para fortalecer una cultura de respeto, libre de discriminación, donde la participación femenina en la academia, la investigación y la gestión universitaria sea cada vez más protagónica.
Hoy, más que nunca, debemos reconocer la importancia de la lucha de las mujeres y comprometernos a continuar construyendo un entorno en el que la igualdad no sea solo un ideal, sino una realidad tangible.
Sigamos avanzando juntos hacia un futuro donde cada mujer pueda alcanzar sus metas sin barreras ni prejuicios.
En este día, honremos la historia, celebremos los logros y renovemos nuestro compromiso con la equidad de género. Porque una sociedad más justa y equitativa es tarea de todas y todos.
Por Rafael Montero
El autor aspira a decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UASD
