Santo Domingo (Rep. Dominicana).- El Ministerio de Turismo reabrió tramos de las calles 19 de Marzo, entre Arzobispo Nouel y El Conde y Hostos, entre El Conde y Salomé Ureña.
También presentó las obras de estabilización del histórico monasterio de San Francisco, intervenciones que forman parte de los avances del proyecto de Rehabilitación de Calles que se ejecuta en el centro histórico.
Con la apertura de dichos tramos, se cumple la promesa de no tener calles en obras durante el mes de diciembre, para evitar que afecte a los comercios que operan en ese espacio urbano y permitir una plena celebración de las navidades.
Los proyectos se ejecutan dentro del Programa de Revitalización de Ciudad Colonial, intervención que tiene como finalidad revitalizar el centro histórico en sus aspectos urbano, económico y de turismo cultural.
El Programa lo financia el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y lo ejecuta el Ministerio de Turismo, a través de la Unidad Coordinadora del Programa (UCP) y en coordinación con el Ministerio de Cultura (MINC) y la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN).
El alcance de las obras en las calles incluye: la colocación de nuevo pavimento con tabletas de hormigón en calzadas y aceras; diseño con plataforma única, para un desplazamiento peatonal seguro; señalizaciones podotáctiles, para guiar con seguridad a las personas con visión reducida.
También se rehabilitó la red hidrosanitaria, se sustituyó la red de agua potable y las acometidas, tanto en negocios como en residencias, además de que se separó el drenaje sanitario del drenaje pluvial.
Turismo reabrió tramos de las calles
El soterrado de las redes eléctricas y de telecomunicaciones se ejecutará en la fase final que corresponde del proyecto.
En cuanto a las Obras de Protección para la Estabilización del Monasterio de San Francisco se realizaron con el objetivo de preservar la integridad arquitectónica y proporcionarle resistencia a este conjunto monumental.
También para protegerlo de un colapso por un fenómeno natural, frenando su deterioro y la pérdida gradual de las estructuras, que causaron el paso del tiempo, los desastres naturales que han impactado la isla y el desuso.
Con estos estos trabajos se logró mantener a salvo este monasterio, también conocido como Las Ruinas, que es unas de las reliquias monumentales más valiosas del patrimonio histórico y cultural de República Dominicana.


