Santo Domingo (Rep. Dominicana).- Desde su inauguración en abril de este año, la Plaza Santo Domingo se consolida como un ícono del amor en el malecón capitaleño, pues sus instalaciones se convirtió en una de las favoritas para propuestas de matrimonio y celebraciones de bodas.
El espacio público forma parte de las recuperaciones entregadas en el Paseo Martímo Malecón que lo transformó en uno de los principales lugares de la zona para la recreación de los capitaleños.
Su característico corazón rojo, su pérgola multiusos para eventos lúdicos y ceremonias, así como su anfiteatro al aire libre para alrededor de 300 personas, sitúan este espacio como el más fotografiable del malecón.
Además, cuenta con el Buddy Bear, una escultura de oso tamaño real colocada por la alcaldía y la Embajada de la República Federal de Alemania, la cual conjuga elementos y celebra la amistad de ambas naciones, realizada por el artista Francisco Martínez “Pache”.
Desde su inauguración, decenas de actividades desarrollaron con éxito, gracias a las facilidades que ofrecen las instalaciones de esta plaza.
Es por esto que semana tras semana miles de personas hacen correcto uso de este espacio que, a pesar de tener solo unos meses, ya se ha convertido en uno de los puntos preferidos por la gente en toda la capital.
Esto quedó evidenciado el pasado fin de semana, cuando dos parejas organizaron una propuesta de matrimonio y un casamiento, respectivamente, en la pérgola de la plaza.
Ícono del amor en el malecón capitaleño
Con sus respectivos permisos aprobados por la Alcaldía del Distrito Nacional, los enamorados organizan a su estilo estos encuentros especiales en los que primó el amor.
Luces, mesas y flores fueron parte de la producción que se combinó con el diseño arquitectónico de la plaza, que corona su espacio con el mar Caribe de fondo.
El Malecón de Santo Domingo cuenta con una renovada iluminación, gracias a la instalación de 700 lámparas solares que aportan notable visibilidad a la vía, al tiempo de que representan un ahorro energético.
Pero este aprovechamiento del litoral marino también incluye una serie de máquinas para hacer ejercicios al aire libre, así como un amplio parqueo, caminos interiores y vigilancia municipal que hacen de este, un escenario propicio para el esparcimiento y la práctica deportiva.