Santo Domingo (Rep. Dominicana).- La voz reforma, no es una palabra nueva, pero es la del año 2024 en la República Dominicana para Fundéu Guzmán Ariza.
Su significado asentado de ‘acción y efecto de reformar o reformarse’ no ha cambiado desde la publicación, en 1884, de la duodécima edición del Diccionario de la lengua castellana de la Real Academia Española; no obstante, en el 2001 amplía sus significados con la acepción ‘aquello que se propone, proyecta o ejecuta como innovación o mejora en algo’.
Con un sentido u otro, ha sido una de las palabras más utilizadas por los dominicanos en el año que termina. Así lo perciben nuestros seguidores en las redes sociales, que votaron mayoritariamente por ella (más del 60 %) frente a las demás voces propuestas como candidatas a palabra del año.
Según la Fundéu Guzmán Ariza, el sustantivo reforma estuvo muy presente en los medios de comunicación de la República Dominicana debido a la atención que concitaron varias iniciativas legislativas tendentes a reformar (‘modificar algo, por lo general con la intención de mejorarlo’) la Constitución de la República, el Código Tributario, el Código de Trabajo, la Policía Nacional y la estructura misma de la Administración pública.
En relación con la primera de estas reformas, Fundéu Guzmán Ariza realizó algunas precisiones lingüísticas sobre la redacción de los artículos modificados de la Constitución, las cuales fueron debidamente atendidas.
Para Fundéu Guzmán Ariza
No obstante, no tuvo el mismo resultado nuestra exhortación al Poder Legislativo y al Poder Ejecutivo —expresada en diversas reuniones con sus representantes— de aprovechar la ocasión para dotar a la República Dominicana de una Constitución que no solo representara un símbolo del compromiso nacional con los principios fundamentales de los derechos humanos, la democracia y la justicia, sino también un referente de claridad, precisión, corrección y elegancia lingüísticas.
Lamentablemente, la Asamblea Nacional desatendió nuestra preocupación y el texto constitucional aún presenta graves deficiencias ortográficas y gramaticales que deslucen su contenido.
Dada su frecuente aparición en las noticias, dedicamos una de nuestras recomendaciones lingüísticas a explicar que, por tratarse de una denominación común con la que se alude a un tipo de procedimiento, y no de un nombre propio, resulta inapropiado escribir con mayúscula inicial expresiones como reforma constitucional, reforma fiscal, reforma laboral, reforma policial, etc.
Asimismo, advertimos que el sustantivo contrarreforma, que significa ‘actuación contraria a una reforma anterior’, se escribe en una palabra y con dos erres, por lo que, desde el punto de vista ortográfico, se consideran inadecuadas las formas de escritura contra-reforma y contra reforma.
En la preferencia de los usuarios entre las candidatas propuestas para elegir la palabra del año 2024 en la República Dominicana ocuparon el segundo y tercer lugar los vocablos casabe (o cazabe) y samanense.
Para Fundéu Guzmán Ariza
El primero, que se incorporó a la lista en una segunda ronda, es una voz de los taínos —pueblo que habitaba el territorio de la actual República Dominicana a la llegada de Cristóbal Colón en 1492— que da nombre a un alimento ancestral cuya elaboración acaba de ser declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco.
De su lado, samanense es el gentilicio de Samaná, provincia y municipio de la República Dominicana, donde un reciente descubrimiento arqueológico replantea el pasado prehispánico de la región del Caribe.
Un grupo de investigación dirigido por el arqueólogo Adolfo López documentó la existencia, en el monumento natural Cabo Samaná, de los primeros pobladores de la isla y de las Antillas, hace alrededor de seis mil años, en el 3550 a. C., y no tres mil años, como se creía hasta ahora. Samanense y la variante samanés se utilizan indistintamente, aunque con una notable preferencia en los medios de comunicación por la terminación –ense.
El equipo de Fundéu Guzmán Ariza hizo una primera selección de seis palabras que, además de su interés desde el punto de vista lingüístico, han estado entre los términos más utilizados en los medios de comunicación de la República Dominicana durante el año 2024.
En esta primera lista figuraban bot, Constitución, electrolinera, pluviofobia, samanense y reforma, ganadora de esta contienda lingüística. Gracias a la participación entusiasta del público, se añadieron otras voces, entre las que se encontraban términos como casabe, justicia y crecimiento.