Santo Domingo (Rep. Dominicana).- La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) denunció los desafíos que enfrenta el sistema de salud dominicano, entre ellos: la falta de recursos humanos, económicos, y la deficiencia de sus infraestructuras.
A propósito del Jubileo 2025 “Peregrinos de esperanza”, lo prelados emitieron su mensaje con motivo del 181º aniversario de la Independencia Nacional en el cual manifiestan sus pareceres sobre los enfermos, jóvenes, adultos mayores, pobres, internos de las cárceles y el medio ambiente.
En lo relativo a la salud los purpurados resaltan la falta de recursos humanos y económicos, la deficiencia de sus infraestructuras, la necesidad de mayor personal médico, que afectan directamente a la calidad de los servicios para las personas.
“No se percibe con claridad una política pública, para afrontar la gestión del sistema de salud, en temas como la salud mental, las dificultades de los usuarios con las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) y las Prestadoras de Servicios de Salud (PSS)”, señalan los religiosos.
Al recordar que el papa Francisco se encuentra ingresado un hospital desde el viernes 14 de febrero por complicaciones de salud, la CED se une a la plegaria de la Iglesia por su recuperación, e invita “a todo el país a orar para que Dios le mantenga firme en la fe y la esperanza”.
Desafíos que enfrenta el sistema de salud
El Episcopado al lamentar la situación de los “ninis” (jóvenes que ni trabajan ni estudian), tentados a migrar a dejar el país y a conseguir dinero fácil en actividades reñidas con la ley, por lo que llamó a la sociedad a definir prácticas que los ayuden a salir de “tanta confusión”.
Los prelados exhortan a los dominicanos a ser signos de esperanza para los enfermos, jóvenes, adultos mayores, pobres, internos de las cárceles y el medio ambiente y a recuperar la esperanza y el sentido de la vida.
Llaman a “tener mejores atenciones con nuestros adultos mayores que, en ocasiones, son excluidos de la vida familiar, experimentan soledad y abandono”, al tiempo que animan a valorar el tesoro que son por sus experiencias, testimonio de vida y sabiduría.
Con relación al medio ambiente, reiteran la importancia de protegerlo ante los impactos negativos de la industria minera, tales como las consecuencias del desbordamiento de una presa de colas, la contaminación de los ríos, el deterioro de la flora y fauna local, entre otros.
Motivan a “promover la adopción de buenas prácticas para la gestión de desechos tóxicos, así como el respeto a las comunidades que son de una forma u otra afectadas”.
Los obispos, en su Mensaje, también se unen al anhelo del pueblo dominicano de vivir en un ambiente de seguridad ciudadana, insistiendo en que se “concretice la reforma policial ya iniciada”.
En ese orden, expresan reconocer mejoras en el sistema penitenciario, “sin embargo, muchas cárceles de nuestro país son lugares inhóspitos e incapaces de realizar su rol regenerador”.