Redacción (Agencias).- Un encuentro casual con un inspirador paciente con ELA (esclerosis lateral amiotrófica) impulsó a Alon Ben-Noon a crear NeuroSense Therapeutics, un nuevo fármaco prometedor podría frenar la progresión de la enfermedad.
Era 2016, en ese momento, el único medicamento disponible era un fármaco llamado Riluzol, aprobado para su uso en 1995, que prolongaba la vida de los pacientes unos tres meses.
En ensayos clínicos realizados en Israel, Canadá e Italia, un fármaco desarrollado por NeuroSense demostró que proporciona a los pacientes con ELA (esclerosis lateral amiotrófica), en promedio, una vida útil adicional de 18 meses.
El medicamento se llama PrimeC (“prime” es la palabra inglesa para “Rishoni”) y podría estar disponible para los pacientes dentro de tres años y medio.
El medicamento patentado combina el antibiótico ciprofloxacino y el agente antiinflamatorio celecoxib, ambos ya aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para afecciones no relacionadas.
La ELA es una enfermedad rara e incurable causada por la muerte de las neuronas motoras, las células nerviosas que envían mensajes desde el cerebro y la médula espinal a los músculos y las glándulas.
E padecimiento (también conocida como enfermedad de Lou Gehrig) provoca una parálisis total, seguida de la muerte, generalmente en un plazo de entre dos y cinco años.
Podría frenar la progresión de la ELA
La ELA es una enfermedad muy agresiva y compleja que afecta a aproximadamente una de cada 10.000 personas.
Los síntomas iniciales son leves, como debilidad en un dedo o arrastrar una pierna, pero puede progresar a un ritmo alarmante.
“La calidad de vida en términos de funcionalidad suele ser bastante buena al principio y luego empeora a medida que avanza la enfermedad”, afirma Ben-Noon.
“Un día un paciente puede comer solo, al día siguiente necesita ayuda. Un día un paciente puede caminar solo, al día siguiente tiene dificultades para caminar sin un bastón y pronto necesitará una silla de ruedas».
“Entendimos rápidamente que no podemos revertir la enfermedad, pero podemos detenerla y generar un cambio significativo en la vida de las personas”.
Pero espera hacer aún más. “Con el tiempo, crearemos un mundo en el que la ELA sea una enfermedad no mortal. Los pacientes vivirán una vida plena, felices, tal vez con una disfunción muy pequeña. Esa es la visión”, afirma Ben-Noon.
Por Israel21c