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Desarrollan primeros testículos de probeta de la historia

Redacción (Agencias).- Los primeros testículos de probeta del mundo los crearon un grupo de investigadores de la Universidad Bar-Ilan, lo que indica un gran avance en varios campos clave de investigación, como la determinación del sexo fetal, soluciones para la infertilidad masculina y temas de conversación estratégicos para excusarse la mesa de la cena de Acción de Gracias.

Crecidos a partir de células testiculares de ratones recién nacidos por la investigadora Nitzan Gonen y sus estudiantes de investigación Aviya Stopel, Cheli Lev y Stav Dahari, los testículos artificiales son la viva imagen de lo real, hasta el complejo patrón de los tubos internos productores de esperma.

Si bien aún no está claro si los testículos podrán producir espermatozoides, los investigadores tienen la esperanza de que sea posible, basándose en los primeros signos de meiosis: un tipo de división celular que ocurre en organismos que se reproducen sexualmente y señala la producción de gametos.

El equipo de investigación no hizo esto sólo porque tenían los ingredientes por ahí y no había nada mejor que hacer.

Hasta este descubrimiento no existía ningún método para el modelado in vitro de testículos tridimensionales, lo que ha dificultado los avances científicos relacionados con su estudio.

Los modelos 2D son la opción actual, pero para decirlo de manera simple, simplemente no capturan el mismo je ne sais quoi científico que poseen sus contrapartes tridimensionales.

Otra alternativa es estudiar testículos de ratón no desprendidos, frescos en la vid. Esto funciona en algunos casos, pero no todas las condiciones humanas pueden replicarse con precisión.

Primeros testículos de probeta

Como tales, los organoides testiculares (el término científico para “órganos cultivados en laboratorio”) ofrecen una vía prometedora para realizar investigaciones de una manera más eficiente y eficaz.

«Los testículos artificiales son un modelo prometedor para la investigación básica sobre el desarrollo y la función de los testículos, que puede traducirse en aplicaciones terapéuticas para los trastornos del desarrollo sexual (DSD) y la infertilidad», explicó Gonen.

El DSD, que afecta a 1 de cada 4.000 recién nacidos, es una afección en la que el desarrollo sexual es diferente de lo que normalmente se espera.

El DSD puede afectar la apariencia y el funcionamiento del cuerpo, y también puede afectar los niveles hormonales y la fertilidad.

A pesar de los avances, sólo la mitad de los casos de DSD reciben diagnóstico genético; la esperanza es que el descubrimiento de Gonen permita realizar más investigaciones.

Infertilidad masculina

Los primeros testículos probeta también contribuirán para estudiar la infertilidad masculina que, a pesar de su prevalencia (la infertilidad afecta a 1 de cada 6 personas y la infertilidad masculina representa la mitad de todos los casos) aun se comprenda poco, con un conocimiento limitado de sus causas genéticas y ambientales.

Gonen imagina un futuro en el que los organoides de origen humano sirvan como herramientas invaluables para la intervención clínica.

Por ejemplo, los testículos cultivados a partir de células humanas podrían ofrecer esperanza a los niños sometidos a tratamiento contra el cáncer, ya que las terapias contra el cáncer a menudo dañan los órganos reproductivos y comprometen la fertilidad futura.

Al extraer tejido de estos pacientes jóvenes y cultivar organoides testiculares en el laboratorio, los científicos podrían cultivar testículos productores de esperma para el paciente in vitro.

El esperma resultante podría congelarse, actuando como una especie de cápsula del tiempo testicular, hasta que el paciente llegue a la edad adulta.

Luego, el esperma podría descongelarse, asegurando la paternidad genética del paciente maduro en el futuro.

No soy un científico, pero espero que estas piezas humanas fabricadas también puedan usarse algún día para demostrar científicamente, de una vez por todas, si la radiación electromagnética emitida por mi computadora portátil realmente está matando mi esperma.

Si no, mi madre puede esperar un muy elaborado “Te lo dije” este Día de Acción de Gracias, poco antes de que me retiren de la mesa.

Por Zachy Hennessey/Israel21c

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