Redacción (Agencias).- Nadar es una de las actividades más populares y divertidas que hay entre los niños, jóvenes y adultos. Ya sea en el mar o en una pileta, este deporte despierta una sensación de libertad única.
Además, este ejercicio es una excelente actividad para el cuerpo y la mente. Distintos estudios han revelado que puede tener beneficios como mejorar la resistencia cardiovascular y reducir el estrés, pero sus beneficios no terminan ahí.
A continuación, otros datos que quizás no conocía:
Un reciente estudio del University College Cork en Irlanda en el que participaron jóvenes con capacidades especiales reveló que nadar en grupo no solamente era «más divertido», sino que también los hacía sentirse más seguros.
Al estar juntos en el agua, los jóvenes percibían una especie de apoyo mutuo que les generaba una sensación de seguridad, lo cual también los hacía sentirse más motivados.
Un estudio, publicado en la revista Science Direct, realizó una seria de observaciones a lo largo de 19 países a través de las cuales se comprobó que nadar ayudaba a reducir la ansiedad en las personas.
Si bien los autores de la investigación resaltan que el concepto de bienestar y libertad es subjetivo, una mayor sensación de libertad se asoció con menores niveles de ansiedad en individuos.
Científicos australianos presentaron un artículo en la revista PLOS ONE en el que indican que nadar juega un papel importante en la reducción de la inflamación en el organismo.
Otros de los beneficios mencionados por los investigadores es la mejora del sistema inmunológico y la del sueño.
Sensación de libertad única
Una investigación, publicada en la revista Science Direct, señaló que el contacto con el agua fría permitía el alivio del dolor crónico en nadadores.
Además, los autores indicaron que tal contacto también facilitaba la regulación emocional mediante la meditación y la reflexión que a menudo se dan al nadar.
Científicos del Reino Unido y Finlandia develaron que más allá de los beneficios que la natación tiene para el bienestar emocional, las personas con enfermedades crónicas como la artritis, así como aquellas que viven con discapacidades, presentaron mayor sensación de alivio y movilidad.
Las propiedades del agua facilitan el movimiento y potencialmente permiten que estas personas se sientan mucho más capaces físicamente que cuando se encuentran fuera del agua.
Dado que nadar puede ofrecer beneficios significativos para aquellos que viven con enfermedades crónicas y discapacidades, niños, jóvenes y adultos, los expertos sugieren que el garantizar espacios accesibles para tal actividad puede tener también un impacto positivo en la salud pública.
Por RT