Redacción (Agencias).- De acuerdo con los datos facilitados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2023 el dengue afecto a casi 4,5 millones en el continente americano, la mayor tasa de incidencia de este virus, y dejó 2.340 fallecidos.
“Esta alta transmisión ha persistido en 2024, con 673.267 casos y 102 muertes notificados hasta los primeros días de febrero”, agrega al respecto.
La situación es especialmente preocupante en el Cono Sur de América -compuesto por Argentina, Uruguay y Paraguay- donde se registró del 85 % del total de los casos en el continente.
“Las cifras representan un aumento del 157 % con respecto al mismo período del año anterior y un aumento del 225 % en comparación con el promedio de los últimos cinco años”, sostienen.
Recientemente, la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés), varios expertos sanitarios alertaron del aumento de este tipo de enfermedades por el incremento de brotes de arbovirus.
Pero ahora, el aumento de brotes de arbovirus en regiones que previamente no afectadas llama la atención de expertos en salud global.
En 2023 el dengue afectó
La epidemióloga de enfermedades infecciosas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Diana Rojas, destacaba este fenómeno emergente.
Durante su alocución en Miami, Florida, aseguró que «los brotes de arbovirus ahora están ocurriendo en áreas que nunca los habían experimentado antes».
Además, Rojas señala al cambio climático como uno de los principales culpables de los aumentos en enfermedades arbovirales transmitidas por mosquitos en todo el mundo.
«Estas temperaturas en aumento son un caldo de cultivo para los mosquitos», afirmaba convencida de que “el clima afecta todos los rasgos importantes para el crecimiento, desarrollo y transmisión de estas enfermedades».
Por eso, los expertos en salud global instan a los gobiernos a mejorar la vigilancia y el monitoreo de los arbovirus para comprender y controlar mejor la transmisión.
En esa línea, hicieron hincapié en “la importancia de la promoción de la salud, como la difusión de vacunas disponibles y la información sobre cómo prevenir las picaduras de mosquitos, con el objetivo de limitar el riesgo de enfermedades arbovirales”.