Con el paso del tiempo, las leyes del país necesitan adecuaciones a las nuevas realidades sociales y delictivas. Este es el caso del Código Penal dominicano, cuya precariedad en la aplicación de la ley penal es evidente.
El Congreso Nacional tiene en sus manos un proyecto de ley del Código Penal dominicano, pieza clave para modernizar el sistema de justicia, combatir la criminalidad organizada y verificar la disparidad con leyes sectoriales, así como crear mejores condiciones para los justiciables, partiendo desde la óptica de que son seres humanos.
El país no puede seguir operando con un Código Penal del siglo XIX. Estamos hablando de una legislación de 1884 que ha quedado superada por la complejidad de los delitos actuales y por las legítimas demandas de justicia de la sociedad dominicana.
Por eso, en la propuesta de Código Penal se incluyen figuras penales ausentes o deficientemente reguladas en la legislación vigente, tales como el feminicidio (que legalmente no existe), la violencia intrafamiliar, la corrupción administrativa, el acoso sexual, los crímenes cibernéticos, los delitos ambientales y la trata de personas, el enriquecimiento ilícito, y una profunda actualización de la poco usada figura de la prevaricación.
Con la aprobación del nuevo código se permitiría fortalecer el Estado de derecho y democrático, brindar mayor protección a la sociedad dominicana y dotar a jueces y fiscales de herramientas modernas para sancionar y perseguir conductas reprochables que hoy quedan impunes o mal tipificadas.
Nuevas realidades sociales y delictivas
Los legisladores tienen en sus manos una responsabilidad histórica de darle al país un instrumento legal que esté a la altura de los nuevos tiempos.
La postergación de una reforma penal por intereses o debates que pueden resolverse con voluntad y apertura al diálogo en esos puntos donde no fue posible el amplio consenso, como el tema de las tres causales, no debería ser un obstáculo para avanzar en la justicia penal.
La sociedad civil, sectores académicos, profesionales, y analistas del tema respaldamos la aprobación del nuevo Código Penal, destacando que debemos ser capaces de resolver nuestros propios problemas y buscar un consenso para impulsar el avance de la justicia penal en la República Dominicana.
Por Félix Aguilera
El autor es abogado especialista en Derecho Penal, técnico en Criminalística y Criminología y para sugerencias y recomendaciones lo pueden contactar en electrónico [email protected].