Home Opiniones Tragedia en Jet Set: Un llamado urgente a la responsabilidad institucional y...

Tragedia en Jet Set: Un llamado urgente a la responsabilidad institucional y a la acción pública

0
5
Rafael Montero (Fuente externa)

El desplome del techo de la discoteca Jet Set, que cobra la vida de 231 personas hasta el momento y cientos de lesionados, representa una de las mayores tragedias urbanas de los últimos tiempos en la República Dominicana.

Un día más de los abriles en el país (Muerte de Sagrario Díaz, inicio de la Revolución del 65, la poblada de 1984…) La magnitud del desastre no solo conmueve al país, sino que interpela a fondo nuestra capacidad colectiva para proteger la vida humana en espacios públicos.

Esta tragedia no puede ser vista como un evento fortuito ni reducido a un “accidente” más. Requiere una investigación técnica rigurosa, la identificación transparente de causas, responsables y, sobre todo, la formulación de acciones correctivas inmediatas que trasciendan la indignación momentánea.

Nuestra perspectiva desde la óptica de salubrista, no experto estructuralista, es inadmisible que una estructura con licencia de operación y funcionamiento pueda colapsar de forma tan abrupta.

Se impone la necesidad de que las investigaciones estructurales e ingenieriles, lideradas por expertos independientes, determinen con precisión si el desplome obedeció a fallas de construcción, mantenimiento negligente, modificaciones estructurales no autorizadas o deficiencias en la supervisión regulatoria.

La verdad técnica debe ser el primer paso hacia la justicia. Es urgente conocer la verdad técnica por la salud colectiva de la sociedad dominicana, si dejamos en el olvido la búsqueda de esa verdad técnica, sin apasionamientos ni odios, le estaríamos haciendo un gran daño al futuro del país.

Los responsables de esta tragedia deben ser individualizados con nombre y apellido, sin eufemismos ni ambigüedades.

Techo de la discoteca Jet Set

No solo deben responder los propietarios o administradores del establecimiento, sino también las instituciones públicas responsables de supervisar, otorgar licencias y hacer cumplir las normativas de seguridad estructural, sanidad, y capacidad máxima de ocupación.

El Estado tiene una deuda con los ciudadanos si no logra garantizar que sus propios mecanismos de control estén funcionando. La impunidad institucional sería, en este caso, una segunda tragedia.

Como país, debemos extraer aprendizajes reales y operativos de esta catástrofe. Es imprescindible revisar el marco regulatorio de las edificaciones destinadas al entretenimiento masivo, así como los procedimientos de inspección y autorización de eventos.

Debe institucionalizarse un sistema de evaluación periódica de infraestructura, con participación técnica, sin interferencias políticas ni comerciales. Además, urge fortalecer la coordinación intersectorial entre los ministerios de Obras Públicas, Salud Pública, Interior y Policía, y las alcaldías, para evitar vacíos de responsabilidad.

También debemos incorporar tecnología en la fiscalización de aforos, entrenar al personal de emergencia en protocolos de evacuación, y exigir simulacros obligatorios en locales de alta concurrencia. La salud pública no solo se defiende en los hospitales; se garantiza desde la prevención de eventos catastróficos como este.

Techo de la discoteca Jet Set

¿Y ahora qué?

La pregunta no es solo qué ocurrió, sino qué haremos con los resultados de las investigaciones. No basta con declaraciones de duelo ni promesas de “que no vuelva a pasar”. La justicia debe actuar con agilidad, pero también con profundidad.

El país espera respuestas claras, acciones contundentes y, sobre todo, garantías de no repetición. Las familias de las víctimas tienen derecho a conocer la verdad, a recibir reparación, y a no ser olvidadas.

Las Universidades que tengan formación en ciencias de la salud, deben contribuir con la preparación de una cultura de primer respondiente para que toda la población, ante situaciones de desastres tenga las herramientas para saber qué hacer en lo que llegan los organismos especializados y evitar el caos inicial que observamos en las primeras horas de la tragedia

En memoria de los 221 fallecidos hasta ahora y de los lesionados, que esta tragedia marque un antes y un después en la forma en que concebimos la seguridad pública.

La vida de cada dominicano no puede seguir dependiendo de la suerte o de la negligencia ajena. El verdadero homenaje será evitar que la historia se repita.

Finalmente propongo que el lugar de la tragedia se convierta en un espacio de recordación de los caídos y de aquellos que durante más de 72 horas estuvieron salvando vidas, Memorial Jet Set.

Por Rafael Montero

Profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Autónoma de Santo Domingo

NO COMMENTS

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here