Existen altos niveles de preocupación por las deficiencias a nivel gerencial en franquicias de comida rápida y áreas de comida en centros comerciales, debido a la realidad del drama humano de la mendicidad y la falta de seguridad en estos establecimientos.
Este aumento de personas en condiciones de calle, independientemente de su edad, es una realidad palpable que los negocios deben atender, ya que los clientes requieren ciertos espacios garantizados para comprar productos, consumir algún plato del menú o simplemente pasar un rato agradable entre amigos, familiares o en pareja. Sin embargo, esto se vuelve muy difícil de lograr cuando se sufren interrupciones por mendigos o personas en situación de calle.
Solicitamos de manera urgente a los organismos reguladores, así como a las asociaciones de hoteles, restaurantes, franquicias y negocios de comida, que aborden esta problemática, ya que en poco tiempo podría convertirse en un alto riesgo para la imagen y dinámica de crecimiento de estos negocios.
El drama humano es inquietante cuando podemos observar cómo a niños, adolescentes, adultos y ancianos los colocan en condiciones de mendicidad, en realidad, responde a diversas situaciones que llevan a esta preocupante realidad, la cual aumenta los niveles de riesgo para ciudadanos dominicanos y extranjeros que buscan espacios que deberían ofrecer seguridad y una experiencia agradable para sus consumidores.
Al visitar y observar restaurantes, centros comerciales y nuestras calles, podemos encontrar esta situación inquietante provocada, en parte, por el abuso de drogas en sus diferentes formas. También podemos observar cómo muchos niños y adolescentes son huérfanos de padres vivos, ya que son víctimas de explotación sexual o abusados de diversas maneras.
Franquicias de comida rápida
Las desigualdades sociales y económicas son realidades que tienen explicaciones, aunque resulta difícil encontrar alguna justificación. Esta es la dinámica económica y social que ningún sistema político ha podido disminuir o equilibrar para lograr un bienestar colectivo.
¿Cómo podemos lograr almorzar, desayunar o compartir un momento agradable con familiares y amigos en restaurantes, cafés, centros comerciales o espacios públicos, cuando nos llega una solicitud de ayuda para satisfacer necesidades básicas de alimentación de personas en condiciones vulnerables?
Las quejas son frecuentes entre los departamentos de recursos humanos, gerentes y supervisores de centros comerciales, restaurantes, franquicias y negocios de comida, así como de empresas de servicios, ya que reciben en un alto porcentaje empleados que muestran debilidades académicas, morales, éticas y comportamientos inadecuados en lugares laborales que tienen normas a cumplir según parámetros sociales y la cultura empresarial que se desea reflejar a los clientes.
Entre todos, debemos observar este tipo de problemáticas para buscar soluciones a tiempo, porque si no asumimos responsabilidades, podremos construir un camino hacia la degradación ya sea a corto o largo plazo, como destino turístico o como sociedad dominicana, que lamentablemente va perdiendo valores rápidamente pero también pierde fiscalización y resultados eficientes en sus políticas públicas.
Solicitamos de manera responsable mayor compromiso en áreas gubernamentales para poder disminuir problemáticas, que presentan realidades contrarias a nuestro desarrollo humano que está garantizado en nuestra constitución entonces de seguir consolidando esta indiferencia aumentarán desigualdades sociales, discriminación y acusaciones de violación de los derechos por organismos internacionales.
Por Mario Antonio Lara Valdez