Desafortunadamente, muchas personas van a la iglesia a veces solo para cumplir con alguna exigencia o para sentirse mejor. En muchas ocasiones pastores y maestros, para ganar y retener a la gente, diluyen la palabra de Dios hasta convertirla en una charla que es dulce al oído.
No pierdas la cabeza: La palabra griega para “sobrio” significa literalmente “estar libre de contaminantes”. Implica equilibrio, alerta moral y serenidad mental. En 1 Corintios 16:13 dice “Estén alerta. Permanezcan firmes en la fe. Sean valientes, sean fuertes”. En otras palabras, no pierdas la cabeza. Esta es una orden para permanecer estable e impulsa las tres órdenes siguientes.
Soporta las dificultades: En tiempos de enfermedad, sufrimiento, prueba o tentación, no permitas que las dificultades te hagan abandonar al Señor. En Santiago 1:12 dice “Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a quienes lo aman”. Vendrán tiempos difíciles para los cristianos pero tenemos la garantía de que Dios está con los que le aman.
Dedícate a la evangelización: Todos estamos llamados a hacer esta parte y no solo los “evangelistas” que se dedican a este ministerio. En Mateo 28:19 Jesus dijo “Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra”. Predicar el Evangelio simplemente significa explicar claramente lo que Dios ha hecho a través de Cristo a favor de los pecadores.
Personas van a la iglesia
Cumple con tu tarea: Fuimos creados por Dios para un propósito. Nadie está aquí por coincidencia sino con una tarea para realizar a favor de Dios y su reino. En 1 Timoteo 4:15 dice “Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos”. El que anda ocioso/a generalmente busca atajos, comete errores, critica y estorba.
Concepto importante
A la mayoría de nosotros nos gusta que se nos diga que no tenemos que hacer mucho esfuerzo y que las bendiciones de Dios caerán sobre nosotros como por arte de magia. Es más, buscamos este tipo de mensaje en la iglesia y si no lo recibimos nos mandamos a mudar.
La sana doctrina comienza con poner orden a nuestra mente. Debemos permanecer firmes en nuestra fe, no permitir que pensamientos del “evangelio fácil” invadan nuestra mente. Para lograr esto es necesario cumplir con la tarea que Dios nos ha asignado.
Dedicarnos a la evangelización con fe y con obras es una orden, no una sugerencia. Haciendo esto también podemos estar seguros que vendrán dificultades pero igualmente tenemos certeza que Dios nos dará las fuerzas para soportarlas.
Por Arnold Enns