San Cristóbal (Rep. Dominicana). – La Policía graduó 64 nuevos oficiales, 53 masculinos y 11 femeninas, en la ceremonia de la cuadragésima octava (XLVIII) promoción de cadetes de la Escuela para Cadetes Mayor General (r) José Félix Rafael Hermida González.
Tras completar sus estudios de cuatro años de formación académica, ética y operativa, los graduados se convierten en licenciados en Ciencias Policiales de la promoción “Jose Rufino Reyes Y Siancas, siendo ascendidos a rango de segundo teniente.
La ceremonia incluyó un homenaje postumo con un toque de silencio, al fenecido exjefe policial, mayor general (r) José Félix Rafael Hermida González, figura histórica de la institución cuyo nombre honra la Escuela para Cadetes.
El presidente Luis Abinader, quien encabezó la ceremonia, tomó el juramento a los nuevos oficiales y encabezó el ceremonial de entrega de entrega de sables, símbolo del compromiso institucional asumido por los cadetes como oficiales policiales.
El director general de la Policía Nacional, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, entregó los diplomas a los 64 graduandos, siendo Kervin Lebrón Novas el encargado de recibirlos en representación de sus compañeros.
La promoción de 64 cadetes, incluyendo dos de la República de Panamá, completó ocho semestres de formación, junto a una pasantía en distintas direcciones policiales.
Este año, además, la institución celebró la primera Feria en Ciencias Policiales, un espacio académico donde los estudiantes presentaron investigaciones y proyectos para consolidar el nuevo modelo formativo.
Policía graduó 64 nuevos oficiales
Kervin Lebrón Novas recibió los méritos al “Honor”, al “Conocimiento” y al “Don de Mando”, mientras a Heridania Pérez Polanco la distinguieron como graduanda destacada.
Otros premios especiales incluyeron el mérito al “Espíritu Policial”, para José Rafael Vásquez Corporán; el mérito a la “Disciplina”, que se llevó Wanda Reyes Díaz; y el mérito a la “Dignidad”, entregado a Markin Rafael Montaño Acosta.
El acto se vistió de emoción cuando las madres de los cadetes, todas vestidas de blanco, pusieron los anillos a sus hijos, convertiendolos oficialmente en cadetes de la Policía, como un símbolo del logro y el sacrificio de sus familias.
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