Santo Domingo (Rep. Dominicana).- La economía dominicana se expandiría muy por encima del promedio y continuaría como uno de los líderes de la región en materia de crecimiento, de acuerdo con las Perspectivas económicas de la República Dominicana en el entorno internacional actual.
En el documento presentado por el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), el año 2025 se presenta como un año de retos para las economías emergentes, particularmente para América Latina.
Indica que de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la región crecería en promedio 2.5 % en 2025, una tasa por debajo del crecimiento promedio esperado para la economía mundial de 3.3 %.
“En efecto, las últimas proyecciones de crecimiento de la economía dominicana apuntan a una expansión en torno a 4.5 % para el presente año en un contexto global que se mantiene incierto, indica la nota del ente emisor dominicano.
A decir del Banco Central, un elemento que podría contribuir a este desempeño sería un mayor dinamismo en la inversión pública en los próximos meses.
Indica que su sistema de pronósticos prevé que la inflación se ubicaría en 3.5 % al cierre del presente año, convergiendo al centro del rango meta en 2026.
Líderes de la región en materia
En el sector externo, el BCRD proyecta para 2025 un déficit de cuenta corriente en torno a 3.0 % del PIB, el cual sería cubierto con holgura por los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) que se proyecta ingresarán al país.
Atribuyó la tendencia alcista en la demanda de divisas, que se tradujo en una depreciación acumulada del peso dominicano de 1.8 % al 20 de febrero, a aspectos coyunturales vinculados a reposición de inventarios por las ventas asociadas al Black Friday y durante las festividades de diciembre, así como al incremento en la volatilidad en los mercados financieros internacionales.
“Se espera que el tipo de cambio se mantenga relativamente estable en torno a su variación histórica promedio durante 2025”, expresa el ente emisor.
Indica que en 2024 la política monetaria se concentró en lograr su meta de inflación y preservar la estabilidad macroeconómica, “lo que le permitió contribuir a crear condiciones propicias para el crecimiento alcanzado de 5.0 %”.
Adelanta que para 2025 se mantiene vigilante y dispuesta a utilizar sus instrumentos de política para cumplir con su misión de mantener la estabilidad de precios, en un escenario global que se torna más complejo y que presenta múltiples riesgos.