Redacción (Agencias).- Un grande y ambicioso del béisbol quien compiló una lista de hitos casi única en su carrera, sólo para manchar su propio legado con pecados en contra del juego que le costaron una lista casi única de detractores, Pete Rose, líder de imparables de MLB, falleció el lunes a la edad de 83 años.
Rose deja de existir con la distinción de ser el líder en imparables de todos los tiempos en Grandes Ligas y haber quedado imposibilitado de manera permanente de cualquier reconocimiento de parte de MLB por haber apostado directamente en juegos de los Rojos de Cincinnati.
De su parte, MLB emitió la siguiente declaración: “Major League Baseball ofrece sus más sinceras condolencias a la familia de Pete Rose, sus amigos a lo largo del béisbol, y a los fanáticos de su ciudad natal de Cincinnati, Filadelfia y más allá quienes admiraron su grandeza, tenacidad y determinación sobre el terreno de juego, virtudes que lo llevaron a convertirse en el líder en imparables de todos los tiempos y a ganar tres títulos de Serie Mundial. Descanse en paz”.
A lo largo de su carrera de 24 años que se extendió de 1963 a 1986 y en la que también jugó para los Filis y los Expos, Rose acumuló 4,256 indiscutibles.
“Nuestros corazones están profundamente entristecidos por la noticia del fallecimiento de Pete”, expresó Bob Castellini, propietario de los Rojos.
“Fue uno de los jugadores más competitivos que el béisbol haya visto, y cada equipo para el que jugó fue mejor gracias a él. Pete fue un Rojo de principio a fin. Nadie amó el juego más que Pete y nadie amó a Pete más que la Nación de los Rojos. Sus logros deben permanecer por siempre en nuestras mentes”.
Líder de imparables de MLB
Entre sus logros individuales, Rose fue el Novato del Año de la Liga Nacional en 1963, el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1973 y ganador de tres coronas de bateo y dos Guantes de Oro.
También lo convocaron al Juego de Estrellas en 17 ocasiones y lo incluyeron en el Equipo del Siglo de MLB en 1999.
Apodado “Charlie Hustle” por su entusiasmo y tenacidad para jugar al béisbol, Rose puso en exhibición su más puro estilo de la vieja escuela en el Juego de Estrellas de 1970 en el Riverfront Stadium de Cincinnati.
Anotó la carrera del gane en la parte baja de la 12da entrada estrellándose de manera dramática contra el receptor Ray Fosse, a pesar de que sólo se trataba de un partido de exhibición.
Durante su carrera, el amor y la pasión por el juego constantemente estuvieron en exhibición.
“Caminaría por el infierno con un traje empapado en gasolina para seguir jugando al béisbol”, declaraba a menudo Rose.
Rose, quien fue parte de la dinastía de la Gran Maquinaria Roja, fue parte de dos equipos de Cincinnati que conquistaron el título, en 1975 y 1976, y salió campeón por tercera vez con Filadelfia en 1980.
Líder de imparables de MLB
Nacido el 14 de abril de 1941, Peter Edward Rose creció en una vecindad de habitantes trabajadores llamada Anderson Ferry, cerca del Río Ohio en el oeste de Cincinnati y asistió a la escuela secundaria Western Hills. Luego de su graduación, firmó con los Rojos con un bono de US$7,000 en 1960.
“No recuerdo querer ser otra cosa que un jugador profesional, es bueno que lo logré, porque no estaba preparado para otra cosa”, le dijo Rose al biógrafo David Jordan.
A los 21 años, Rose debutó con los Rojos el 8 de abril de 1962, y de alguna manera no dio ningún hit en tres turnos y se fue de 12-0 antes de pegar su primer imparable en las Mayores.
Para 1970, bajo el dirigente Sparky Anderson, la Gran Maquinaria Roja comenzó un trecho de éxitos. De 1970 a 1976, Rose, Johnny Bench, el cubano Atanacio “Tany” Pérez, el venezolano David Concepción y eventualmente, Joe Morgan y George Foster conquistarían cinco títulos de división, cuatro de la Liga Nacional y dos de Serie Mundial.
“Él personifica Cincinnati. Él es el rostro de los Rojos”, expresó Anderson famosamente.
En 1973, Rose lo reconocieron con el JMV de la Liga Nacional tras batear .338/.401/.437 con cinco jonrones y 64 impulsadas en 160 partidos.
En la emocionante serie de siete juegos para vencer a los Medias Rojas, lo premiaron con el JMV de la Serie Mundial luego de batear .370 con OPS de .966.
Líder de imparables de MLB
Durante la campaña de 1978, Rose tuvo una racha de 44 partidos dando de hit, que todavía es la tercera más larga en la historia de Grandes Ligas.
Sigue siendo el jugador que más se ha acercado al récord de 56 encuentros seguidos dando de hit que fijó Joe DiMaggio en 1941.
Con la llegada de la agencia libre a mediados de la década de los 70, el panorama económico del deporte se alteró dramáticamente y los Rojos fueron muy lentos para adaptarse a los tiempos.
En vez de retener a Rose, el club de Cincinnati lo dejó ir para que firmara por cuatro años y US$3.2 millones con los Filis.
Uniéndose al futuro miembro del Salón de la Fama, Mike Schmidt, Rose ganó su tercera Serie Mundial con Filadelfia en 1980 y otro título del Viejo Circuito en 1983.
Fue con los Filis en 1981 que Rose superó al miembro del Salón de la Fama, Stan Musial, con su imparable 3,361 como la mayor cantidad en la historia de la Liga Nacional.
Tras su carrera en Grandes Ligas, recibió algunos premios honorarios. Los Rojos lo incluyeron en el Salón de la Fama de su equipo en el 2016 y un año antes revelaron una estatua de bronce de Rose afuera del Great American Ball Park de Cincinnati.
Por Mark Sheldon/MLB