Caminando bajo amenaza o protección entre calles, montañas, playas hasta recibir rayos del sol candente que logra mostrar vivencias reflejadas en rostros que desean o no mudar de piel.
Aunque lograr combinar la paz y el amor es una utopía desde los inicios de la humanidad hasta nuestros momentos actuales, es necesario seguir adelante para poder lograr evitar otra situación como la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Como seres humanos somos capaces de realizar actos horribles, así como entregar nuestras vidas por seres amados o desconocidos, descubriendo estas dualidades que solo pueden verse en nuestras profundidades como criaturas únicas.
Dramatizar la palabra amor en un ser humano de nombre Dr. Adil, en lograr criar a su hijo adoptivo Ali transformando su discapacidad, no importando recibir aquella bala de la muerte para salvarlo con su vida, pero sabiendo que ya está preparado para enfrentar los sabores amargos y dulces.
Tantos ejemplos de vidas consagradas en sembrar valores iniciando por Jesús de Nazaret siguiendo con Antonio de Padua, Don Bosco, Gregorio Hernández, como la Virgen María, en todas sus formas y nombres, pero está en nuestra esencia tener arraigada creencias para fortalecer nuestra Fe.
Mostrar vivencias reflejadas en rostros
Porque tenerle miedo a la muerte ya que es lo más seguro en nuestras vidas, pero perdemos décadas y hasta una vida entera asumiendo rencores propios y ajenos logrando destruir poco a poco nuestras almas.
Las personas buscan llenar sus vacíos existenciales con dinero, que en realidad es necesario para vivir, pero «solo aquellos sentimientos nobles pueden lograr esa sensación incalculable e invaluable como es sentir amor y paz interior».
Sentado en la butaca del cine o mirando un muro de cemento como crecen los árboles en los parques rurales o urbanos, es donde logró conseguir inspiración para escribir historias mías o de otra persona.
Abuelos que brindan sus mejores energías de manera permanente en vida o desde el más allá, recordándole con su ejemplo a los padres, madres, padrinos, madrinas, hermanos, primos y amistades cultivadas en el tiempo, pero también tener cuidado con recoger a esas personas dañinas que nos mantienen en alerta.