Una de las áreas más difíciles para confiar en Dios es en materia de justicia. Cuando percibimos una injusticia queremos que el culpable sea castigado lo más severamente posible. Queremos que prevalezca la justicia, especialmente si nosotros somos la víctima.
De hecho, nos impacientamos si no nos vengamos rápidamente. Sin embargo, Dios nos advierte que la venganza no es nuestra tarea. Debemos desear justicia, pero no buscar venganza. He aquí tres pasos para tratar con el sentimiento de venganza.
Responde al mal con el bien: ¿Cómo puedes saber cuándo has perdonado completamente a alguien? En la forma como reaccionas a los que te hieren. De hecho, puedes orar para que Dios bendiga a la persona que te lastimó.
En Lucas 6:28 dice “Bendigan a quienes los maldicen. Oren por aquellos que los lastiman”. Esto suena contradictorio, pero repite estos pasos tanto tiempo como sea necesario. Cuando respondes al mal con el bien estas obrando a la ofensiva para contrarrestar pensamientos vengativos.
Ama a tus enemigos: Vivimos en un mundo que dice que debemos destruir a nuestros enemigos a toda costa. Dios dice que ames a tus enemigos, que le desees lo mejor aun cuando merecen todo lo contrario.
En Proverbios 24:17 dice “No te alegres cuando tus enemigos caigan, no te pongas contento cuando tropiecen”. Esto sería lo más natural. Pero, así como hemos aprendido que Dios pagará a quienes nos han hecho daño, Dios también nos da orientación de que la clave es el amor.
Queremos que prevalezca la justicia
Preséntales a Cristo: La venganza es dulce, pero traer a tu enemigo a Cristo y verlo transformado en un compañero cristiano es mucho más dulce y satisfactorio. En Hechos 16:32-33 dice “Y le presentaron la palabra del Señor…y aun a esa hora de la noche, el carcelero los atendió y les lavó las heridas”.
Pablo y Silas habiendo sido perseguidos y estando en la cárcel presentaron a sus enemigos la esperanza que tenemos en Jesucristo. Este acto de misericordia transformó completamente la vida de sus enemigos.
Concepto importante
Dios es absolutamente justo y sólo él puede garantizar que la justicia se lleve a cabo plenamente. Si somos impacientes y buscamos venganza, actuamos como que somos más sabios que Dios y revelamos nuestra falta de confianza en que Dios hará justicia.
Tomar venganza con alguien que te ha tratado injustamente es lo más natural que toda persona común y corriente haría. Pero nosotros no somos personas comunes y corrientes, somos hijos/as de Dios. Dios te ayudará a perdonar a quienes te han lastimado.
Dios nos pide que tratemos con amor a nuestro prójimo aunque nos hagan mal. No significa no defenderse. Significa no trazar ni construir planes malvados en respuesta al mal que te han hecho. Como Dios te ha perdonado, Él espera que perdones a tus enemigos.
Motivo de oración
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para confesar que tengo sentimientos de venganza. Me han herido y hoy te ruego que hagas justicia. También te pido que me llenes de tu amor para perdonar y redimir a mis enemigos.