Redacción (Agencias).- Los Yankees probablemente han aprendido cientos de cosas sobre el dominicano Juan Soto desde el primer día que se puso el uniforme a rayas, pero un tema frecuentemente es la intensidad con la que trata cada turno al bate.
Cada visita al plato es una batalla, y como han comprobado sus compañeros de equipo, rara vez desperdicia un solo pitcheo.
Con la victoria en juego la tarde del domingo, no había otra persona que los Yankees hubieran preferido tener en el cajón de los bateadores.
Soto respondió una vez más, conectando un sencillo remolcador para romper el empate en el noveno inning ante Josh Hader que ayudó a impulsar un triunfo por 4-3 sobre los Astros en el Minute Maid Park, asegurando una barrida de la serie de cuatro juegos.
Soto se convirtió en el primer jugador de los Yankees en la era de la expansión (desde 1961) en conseguir una carrera empujada para poner adelante a su equipo en tres de sus primeros cuatro juegos con el club.
“Te sientes bien cuando él está ahí en el home”, dijo Alex Verdugo, quien selló la victoria con una atrapada deslizándose en la parte baja de la novena entrada.
“Es realmente especial. No importa si es zurdo, derecho, la forma en que controla la zona, se conoce a sí mismo y no deja que el momento se vuelva demasiado grande. (…) Es un guerrero. Solo ponlo así, es un guerrero, hermano. No se me ocurre nada más. Somos unos guerreros allá afuera”.
Los Yankees han abierto una temporada con un récord de 4-0 por duodécima vez en la historia de la franquicia, y es la primera ocasión que hacen algo así desde el 2003.
Cada turno al bate
Nueva York también ha ganado siete juegos consecutivos en el Minute Maid Park, desde septiembre pasado.
“Es bien similar a cómo estábamos en el 2022, cuando comenzamos bien”, mencionó Clarke Schmidt, quien permitió tres carreras en 5.1 innings en su debut esta campaña.
“Sentíamos que no íbamos a perder al final de los juegos. Siempre íbamos a remontar, siempre estábamos en la pelea. … Realmente no juegas juegos de postemporada en marzo, pero esta fue una serie importante y una barrida importante”.
Soto fue una figura central en todo momento, contribuyendo con su característica combinación de paciencia y poder, más una defensiva mejor de lo anunciado. Soto ha bateado .529 (9 de 17) en sus primeros cuatro encuentros con los Bombarderos, con un doble, un jonrón, cuatro carreras impulsadas y tres bases por bolas.
“Ese es el tipo de arranque que quería”, confesó Soto. “Trabajé muy duro en el invierno y también en los entrenamientos de primavera, para tener éxito al comienzo del año. Gracias a Dios que está sucediendo a mi manera”.
Soto ya había dado un par de sencillos cuando se enfrentó al lanzallamas Hader en el noveno episodio, un enfrentamiento entre ex estrellas de los Padres. Como señaló Verdugo, estos son los momentos que Soto parece buscar siempre.
“Para eso jugamos”, recordó Soto. “Todos sabemos que habrá momentos en los que fallaremos, y a veces tendremos éxito, pero siempre quiero estar ahí en el home. No me importa estar ahí bateando y recibir todos esos abucheos o todos esos aplausos. Siempre estoy listo para el momento”.
Cada turno al bate
Soto llevó el turno a la cuenta máxima antes de que el venezolano Gleyber Torres, quien conectó un sencillo y robado la segunda base, se lanzara hacia la tercera base, siguiendo hasta el plato cuando Soto envió una recta de dos costuras de hit hacia el jardín izquierdo.
“Creo que simplemente puso la guinda al pastel en la serie, de lo que vimos en sus turnos al bate”, resumió el mánager Aaron Boone.
“Ahí estaba bateando contra uno de los grandes cerradores del juego. Simplemente fue un gran turno; un turno matador para terminar la serie”.
Dijo Hader: “Hay que quitarse el sombrero. Siempre puedes decir que podrías lanzar otro lanzamiento, pero hice lo que quería hacer, y a veces un buen bateador va a hacer eso”.
Soto y los Yankees tuvieron que sudar en el noveno, y se sintió como un juego que habrían perdido la temporada pasada.
Se necesitaron un par de jugadas defensivas para mantener a raya a los Astros, después de que los primeros dos bateadores se embasaron contra el cerrador Clay Holmes.
“Afortunadamente, jugar tercera base es más reacción que otra cosa”, explicó Berti. «Sabiendo qué tipo de bateador es él, pude reaccionar rápidamente y hacer una buena jugada”.
Yordan Álvarez siguió con un elevado profundo al jardín central para el segundo out, y Holmes logró que Kyle Tucker bateara una suave pero peligrosa línea hacia la izquierda.
Verdugo corrió con todo hacia adelante y tomó la bola deslizándose, dejando escapar un grito después de completar una atrapada que – según Statcast- solo tenía una probabilidad de completarse del 40 %.
“Yo lo llamo emoción”, dijo Verdugo. “Estoy aquí con mis compañeros; tengo a Judge y Soto ahí fuera conmigo. Simplemente nos emocionamos y nos encanta. Con eso es que estamos rotando. Somos guerreros aquí”.