Redacción (Agencias).- Las enfermedades cardíacas son prevenibles a una edad más o menos temprana, por lo que es necesario concientizar a la población sobre este tipo de condiciones médicas.
Carlos Riveros, especialista en medicina interna, insiste en que este tipo de enfermedades son evitables al destacar que la la Asociación Americana del Corazón dijo que más de la mitad de los estadounidenses desconoce que las enfermedades cardiacas son la principal causa de muerte en el país.
“Es muy importante cuando hablamos del corazón, hablamos de prevención porque la idea es tratar de evitar llegar a enfermedades cardíacas, sobre todo aquellas que pueden ser evitables”, dijo.
“Para que esto no suceda tenemos que llevar una vida sana, tener en cuenta la dieta, bajar las grasas saturadas y los carbohidratos, mantener un buen peso, hacer un ejercicio regular de 40 minutos diarios no menos de cinco días a la semana y reducir el estrés”, comentó el especialista, convencido de que “todas estas medidas nos van a ayudar a evitar una enfermedad coronaria”.
Riveros recordó que aquellas personas con antecedentes familiares son más propensas a padecer enfermedad coronaria “desde el punto de vista genético”, aunque también hay personas que tienen “hipertensión o diabetes” que no deberían bajar la guardia.
“Los cambios en los estilos de vida son la principal arma para evitar enfermedad coronaria. Esos cambios se basan en hacer un plan personal y si la persona no está acostumbrada a este cambio de vida, se debería hacer un plan con unos pequeños cambios que incluyan una dieta saludable. También un programa de ejercicio que dependa de su estado físico”, relató.
Enfermedades cardíacas son prevenibles
La buena alimentación, explican los médicos, parece ser la clave para prevenir este tipo de enfermedades, por lo que es necesario implementar una dieta saludable.
Sin embargo, los expertos admiten que estas recomendaciones a veces se hacen difíciles de aplicar, no solo por la cultura de “comida basura” en Estados Unidos sino también al alto costo de los precios.
«El no tener un acceso regular a los alimentos saludables conlleva efectos adversos para la salud», dijo Erica Kenney, profesora adjunta de nutrición para la salud pública de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard en Boston.
«Además, muchas personas se ven atrapadas en el consumo de alimentos que presentan más probabilidades de provocar enfermedades crónicas», agregó.
Las hamburguesas, las papas fritas, los hot dogs… Todos esos alimentos se consumen a diario por millones de estadounidenses.
En Estados Unidos, el 37 % de la población adulta admite alimentarse con comida rápida habitualmente.
Es más, de una de cada tres personas. La cifra aumenta entre los hispanos. Más del 51 % de los latinos consumen comida rápida al menos una vez a la semana.
La razón principal es que acaba siendo más barato comer de esta forma que adquiriendo alimentos saludables.
“No se deberían poner las cosas que son saludables más caras porque entonces las cosas saludables son más caras y las que hacen daño son más económicas. Entonces la gente, con la economía y como está la inflación, se va a lo más barato”, dijo Luz Doné, cubana residente en Miami.