Santo Domingo (Rep. Dominicana). – La concesionaria Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (Aerodom) deberá pagar 5 millones de dólares en beneficio del Estado dominicano por el apagón que se registró el pasado domingo en el Aeropuerto Internacional de Las Américas José Francisco Peña Gómez.
La decisión la tomó la Comisión Aeroportuaria en una reunión extraordinaria en la cual conoció el informe preliminar de las causas del fallo del sistema eléctrico de la terminal aeroportuaria causado por el colapso del conjunto celda–seccionadora de media tensión de la terminal norte y la indisponibilidad del circuito de respaldo (espejo).
El organismo también dispuso que Aerodom deberá asumir los costos asociados a los daños causados a los pasajeros y las líneas aéreas por la interrupción del servicio energético y le reiteró la obligación del Cumplimiento de las Obligaciones contractuales asumidas conforme a lo establecido en el artículo 8.2.2., del Contrato de Concesión Renovado y Reformado.
La comisión investigadora, en el informe preliminar, recomienda una intervención estructural del sistema eléctrico de la terminal aérea para su actualización, elevar su confiabilidad y prevención ante posibles sucesos.
“Estas intervenciones se deben corregir y subsanar en un periodo de tres meses, reforzar el protocolo de manejo de crisis y remitir a la Comisión Aeroportuaria en un plazo de 48 horas los planos y el informe oficial de lo acontecido”, dice un parte de prensa del ente oficial.
Deberá pagar 5 millones de dólares
En la nota, el ente oficial establece “que nunca se perdió el suministro de energía eléctrica de la red nacional (distribución) y de igual manera, siempre estuvieron disponibles las plantas de emergencia interna del AILA, resultando que la falla es responsabilidad total de Aerodom, debido a que se originó en un punto posterior a las instalaciones eléctricas de potencia, específicamente en un cable de trasmisión a la terminal norte”.
Indica que el Instituto Dominicano de Aviación Civil (Idac) certificó que el campo aéreo nunca estuvo fuera de operación, ya que la torre y la pista de aterrizaje los alimenta un sistema alterno, es decir el aterrizaje y despegue de aeronaves siempre estuvo disponible.
“Las plantas de emergencia externas que se requirieron fueron para alimentar de forma directa la terminal norte, e integrar las operaciones esenciales de manera escalonada, tras varias horas de la interrupción del servicio eléctrico”, expresa la nota.