Redacción (Fuente externa).- Un nuevo informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), La fuerza de trabajo en salud en las Américas: datos e indicadores regionales, revela que 14 de 39 países de la región carecen de suficientes médicos, enfermeras y parteras para atender las necesidades de salud de su población.
Sin intervenciones inmediatas, las Américas podrían enfrentar un déficit de entre 600.000 y 2 millones de trabajadores de salud para 2030, comprometiendo el acceso universal a la salud.
“El personal de salud es la columna vertebral de nuestros sistemas sanitarios; sin ellos simplemente no es posible hablar de acceso ni de cobertura universal”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, Director de la OPS.
“Este informe nos proporciona datos concretos para orientar la inversión en formación, retención y condiciones laborales dignas, asegurando que la salud llegue a todos”, añadió.
Con una densidad promedio de 66,57 trabajadores de salud por cada 10.000 habitantes, las Américas superan el umbral de la Organización Mundial de la Salud (44,5).
Sin embargo, persisten grandes desigualdades: mientras países como Haití (6,38) y Honduras (7,13) enfrentan carencias críticas, Cuba y Estados Unidos casi cuadruplican la meta.
Factores como la limitada capacidad formativa, el envejecimiento de la fuerza laboral, la migración (especialmente en el Caribe) y la distribución desigual amplían la brecha.
El informe examina la situación del personal de salud a partir de ocho ocupaciones clave —medicina, enfermería, partería, odontología, farmacia, fisioterapia, psicología y trabajadores comunitarios— y proporciona datos desagregados por país.
Entre los hallazgos más relevantes se destacan aspectos relacionados con la disponibilidad, la distribución y la composición del personal.
Fuerza de trabajo en salud en las Américas
La enfermería, ocupación con más datos disponibles, es predominantemente femenina (89,78%) y presenta una densidad que varía considerablemente: desde 131,5 trabajadores por cada 10.000 habitantes en Estados Unidos hasta apenas 3,84 en Haití.
En medicina, aunque los medios regionales todavía muestran una ligera mayoría masculina (51,3 %), un tercio de los países reporta más mujeres que hombres, lo que refleja un proceso de feminización en marcha.
Solo 14 países reportaron datos sobre psicólogos, encabezados por Argentina (17,98 por 10.000) y Costa Rica (16,85).
A pesar del papel esencial que desempeñan en la atención de la salud mental, persisten brechas en la disponibilidad de datos.
Lo mismo ocurre con los trabajadores de salud comunitarios, los cuales son clave en la atención primaria, pero de quienes no existen muchos registros fuera de Brasil y algunos países del Caribe.
La partería también es una ocupación clave, ya que la atención brindada por personal capacitado durante el embarazo, el parto y el puerperio puede ser decisiva para la vida de madres e hijos.
Sin embargo, su desarrollo en la región es limitado, con mayor presencia solo en países del Caribe anglófono, como Antigua y Barbuda, y en algunos de América del Sur, como Chile.
En odontología, 34 países reportaron datos. Cuba (16,71), Chile (14,81) y Paraguay (12,81) presentan las mayores densidades.
Fuerza de trabajo en salud en las Américas
En farmacia, 23 países ofrecieron cifras, encabezadas por Costa Rica (11,56), seguida de Canadá (10,54) y Estados Unidos (10,45). En cuanto a fisioterapia, solo 18 países proporcionarán datos. Chile lidera con una densidad de 18,46, seguido por Estados Unidos (8,79).
Respecto a la edad, la mayoría del personal de salud se encuentra entre los 35 y 44 años, lo que indica una fuerza laboral relativamente joven.
Sin embargo, el envejecimiento preocupa en países como Estados Unidos y Guatemala, donde casi la mitad de los médicos tiene 55 años o más, lo que subraya la necesidad de formar nuevas generaciones.
“Sin una acción decidida, estas brechas limitarán la capacidad de los sistemas sanitarios para responder a las necesidades de la población”, advirtió James Fitzgerald, director del Departamento de Sistemas y Servicios de Salud de la OPS.
«Este informe es una brújula para los gobiernos. Con sistemas de información sólida y cooperación técnica, podemos formar más profesionales y conducirs donde más se necesitan, desde zonas rurales hasta comunidades marginadas», agregó.
La OPS propone fortalecer los sistemas de información de recursos humanos para la salud (SIRHS) para monitorear y planificar, aumentar la formación en partería y psicología, y diseñar políticas intersectoriales para retener el talento.
El informe concluye que, sin inversiones estratégicas en formación, regulación, condiciones laborales y distribución del personal, no será posible avanzar hacia sistemas de salud verdaderamente universales, equitativos y resilientes.
“El desafío no es solo contar con más profesionales de salud, sino asegurarse de que estén donde más se los necesita y cuenten con las capacidades adecuadas para responder a las demandas de la población”, subrayó Barbosa.
Por OPS