El orgullo es el gran enemigo del creyente. El orgullo es una opinión demasiado alta de uno mismo. Te motiva a hacer cosas que sabes que no son propias de Cristo y te impide hacer lo que trae gloria a Dios.
Dios no es partidario del orgullo. En la Biblia vemos continuamente que nuestros pecados y errores nos hacen inaceptables para Dios, y a menos que Jesús cubra nuestro pecado con Su perdón, estaremos siempre lejos de Él. He aquí cuatro pautas para vencer el orgullo.
Permite que otros señalen el orgullo que hay en tu vida: El orgullo engaña a la mente. Te ciega y te hace pensar que todo va bien.
En Proverbios 12:15 dice “El tonto está seguro de que hace lo correcto pero el sabio hace caso del consejo de otros”. Cuando no puedes ver tu propio orgullo, generalmente ya lo es muy evidente para otros.
En Romanos 8:7 dice “Cualquiera que esté concentrado en sí mismo ignora a Dios y no quiere ni puede obedecer la ley de Dios”. En lugar de pasar tiempo pensando en ti mismo, pasa tiempo leyendo las Escrituras.
Opinión demasiado alta
Pasa más tiempo en oración: La oración somete tu carne y orgullo ante Dios. Cuando el orgullo llama a tu puerta, respóndele con oración.
En Santiago 4:7 dice “Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo y él huirá de ustedes”. Pídele a Dios que examine tu corazón y te revele dónde has permitido que el orgullo se apodere de ti.
Recuerda las lecciones de la vida: Cuando Dios te enseña una lección de humildad, recuérdala! Una lección recordada es una lección que no necesita ser repasada.
En Proverbios 4:13 dice “Aférrate a mis instrucciones no las dejes ir. Cuídalas bien, porque son la clave de la vida”. Toma esas lecciones y aplícalas en tu vida regularmente.
Concepto importante
El orgullo es tu enemigo implacable. Si sucumbes a su influencia habrá consecuencias nefastas para tu vida. Puede que sepas que has ofendido a alguien, pero el orgullo te impide pedir perdón.
Puede que sepas que necesitas reconciliar una relación rota, pero el orgullo te llevará a negar esa necesidad.
Opinión demasiado alta
El Espíritu Santo puede convencerte de que estás viviendo un estilo de vida pecaminoso, pero el orgullo te desanimará a admitirlo.
El orgullo te convencerá de que mereces un mejor trato. El orgullo te llevará a aislarte para no rendir cuentas a los demás.
Por ello permite que otros señalen el orgullo que hay en tu vida sin temor a que te enojes. Pídele a Dios, que mediante Su poder, te ayude a destruir el dominio del orgullo en tu vida. Será medicina para tu vida y tendrás éxito.
Motivo de oración
Señor Jesús hoy vengo delante de ti reconociendo que soy sumamente orgulloso/a. Hoy me someto a Ti y te ruego que examines mi corazón y me limpies de todo orgullo. Ayúdame a vivir una vida en humildad.
Por Arnold Enns