Redacción (Agencias).- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, defendió este lunes que el bombardeo mortal contra Rafa, que mató a decenas de personas, no tenía la intención de causar víctimas civiles.
«En Rafa ya hemos evacuado a alrededor de un millón de residentes no combatientes y, a pesar de que nuestro mayor esfuerzo es no dañar a los civiles inocentes, lamentablemente, anoche ocurrió un trágico error. Estamos investigando el caso y llegaremos a las conclusiones porque esta es nuestra política», afirmó Netanyahu en su discurso ante el Parlamento de Israel.
El 26 de mayo, Tel Aviv y la parte central de Israel sufrieron un ataque masivo con cohetes procedentes del sur de la Franja de Gaza. Hamás reivindicó la agresión.
Unas horas más tarde, al menos 35 personas fallecieron y decenas resultaron heridas, luego de que las fuerzas israelíes bombardearan con misiles un campamento de refugiados cerca de Rafa, en el sur de la Franja de Gaza.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) justificaron su ataque mortal alegando que tenía como blanco una zona controlada por milicianos de Hamás.
Bombardeo mortal contra Rafa
Por su parte, el jefe de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, expresó este lunes su horror por la nueva pérdida de vidas civiles en la ciudad de Rafa.
«Observo que las FDI han anunciado una revisión, pero lo que está sorprendentemente claro es que atacar una zona así, densamente poblada de civiles, era un resultado totalmente predecible», señaló.
El alto representante de la ONU también subrayó la importancia de que «tales revisiones conduzcan a la rendición de cuentas y a cambios en las políticas y prácticas».
«Las imágenes del campo son horribles y no indican ningún cambio aparente en los métodos y medios de guerra utilizados por Israel, que ya han provocado tantas muertes civiles», afirmó Türk.
Distintos países de Latinoamérica condenaron esta misma jornada los bombardeos de Israel contra el campamento de desplazados palestinos.
Por RT