Redacción (Agencias).- ¿Qué ciudad de América Latina es la más cara? La respuesta varía según lo que uno mida.
El nuevo informe ‘Mapeo de los precios mundiales 2025’ del Deutsche Bank compara precios en 69 ciudades del mundo, entre ellas seis grandes urbes de América Latina: Ciudad de México, Río de Janeiro y Sao Paulo (Brasil), Buenos Aires (Argentina), Bogotá (Colombia) y Santiago de Chile.
El documento permite comparar sin filtros cuánto cuesta en promedio comprar un departamento, alquilar una vivienda, pagar un combo en McDonald’s, asistir al gimnasio o trasladarse en taxi, entre otros gastos.
Los datos están expresados en dólares y fueron recolectados mediante fuentes estandarizadas.
Los resultados muestran contrastes llamativos: Buenos Aires tiene el precio más alto para un combo de hamburguesa, mientras que Río de Janeiro resulta la ciudad más barata para comprar un departamento en zona céntrica. En materia de alquiler, Ciudad de México lidera como la más costosa entre las seis.
Ciudad de América Latina
Además de los precios, el informe del Deutsche Bank reseña los ingresos netos mensuales en dólares. Ahí se evidencia la gran brecha que separa a América Latina de las ciudades con mejor calidad de vida.
Mientras Ginebra y Zúrich (Suiza), o San Francisco (EE.UU.), superan los 7.000 dólares de salario promedio después de impuestos, en las ciudades latinoamericanas analizadas los ingresos son significativamente más bajos: en Ciudad de México alcanza los 852 dólares, Buenos Aires llega a 733, Santiago a 840, Sao Paolo a 658, Río de Janeiro apenas a 439 y Bogotá queda en el fondo, con 375 dólares mensuales.
La diferencia no es solo monetaria: las ciudades que lideran los rankings de calidad de vida —como Luxemburgo, Copenhague (Dinamarca) o Ámsterdam (Países Bajos)—, aunque tienen precios elevados, también ofrecen salarios que permiten afrontarlos.
En cambio, en América Latina el bajo poder adquisitivo agrava el impacto del costo de la vida. Así, aunque algunas ciudades parezcan más baratas en términos absolutos, muchas veces no lo son para sus habitantes cotidianos.
Por RT